¿Cuál es la diferencia entre fraude de identidad y robo de identidad? Bueno, es tan sutil que a veces estos términos se utilizan indistintamente. Aunque ambos pueden tener consecuencias para tu bolsillo, no son exactamente iguales y conocer las diferencias puede ayudarte a saber lo que hay juego.
Empezaremos por una descripción general y algunos ejemplos de cada uno.
El fraude de identidad es…
- Cuando alguien roba o utiliza de manera indebida tu información personal para aprovecharse de una o varias de tus cuentas.
- Ejemplos:
- Un delincuente consigue los datos de tu tarjeta de débito a través de una filtración de datos y los usa para realizar compras con cargo a tu cuenta bancaria.
- Un delincuente obtiene acceso a una de tus cuentas mediante un ataque de phishing y hace un uso indebido de los fondos o utiliza de manera ilícita el acceso asociado a dicha cuenta.
El robo de identidad es…
- Cuando alguien utiliza tus datos personales para abrir y usar de manera ilícita nuevas cuentas o servicios en tu nombre, o incluso para hacerse pasar por ti de alguna otra forma.
- Ejemplos:
- Un delincuente usa tus datos personales para abrir a tu nombre una nueva línea de crédito en un comercio y luego realiza compras con cargo a dicha línea de crédito.
- Un delincuente utiliza tu número de DNI para crear un permiso de conducir con su aspecto, pero con tu nombre y tus datos personales.
Así que esta es la sutil diferencia. El fraude de identidad implica el uso indebido de una cuenta existente. Por robo de identidad se entiende la usurpación de tu información personal que posteriormente se usa para hacerse pasar por ti de alguna manera, por ejemplo, para abrir cuentas a tu nombre.
Más allá de estas definiciones y ejemplos, un par de ejemplos de la vida real ayudan también a poner las diferencias en perspectiva.
El fraude de identidad en las noticias
En cuanto al fraude de identidad, aunque los casos particulares no siempre llegan a los titulares, oiremos hablar de este delito de otras formas.
En primer lugar, a través de las noticias sobre filtraciones de datos, en las que los hackers obtienen información, como los nombres, direcciones de correo electrónico y datos de pago, perteneciente a empresas u organizaciones. Esa información puede acabar en manos de un estafador, que luego accede a esas cuentas para retirar fondos o realizar compras.
A menor escala, es posible que conozcas a alguien que haya tenido que conseguir una nueva tarjeta de crédito o débito porque la suya esté en riesgo, quizá por una filtración de datos o tras realizar por error un pago a través de un sitio web no seguro o visitar una página de inicio de sesión falsa, como parte de un ataque de phishing. Esto también puede dar lugar a fraudes.
Detectar los casos de fraude y robo de identidad (y también prevenirlos)
Suelen empezar con una expresión de tipo “Qué raro…” para terminar por un “¡Noo!” cuando se constata la estafa. Puede ser un cargo extraño en el extracto de tu tarjeta de crédito, un mensaje de un agente de cobro o el extracto de una cuenta que nunca has abierto, por nombrar solo algunos ejemplos.
Por ello, recomiendo algunos artículos de blog recientes que ayudan a detectar todo tipo de delitos relacionados con la identidad y ofrecen consejos para evitar ser víctima de ellos:
- Top Signs of Identity Theft (Síntomas principales del robo de identidad)
- Can Thieves Steal Identities with Only a Name and Address? (¿Pueden los ladrones robar identidades solo con un nombre y una dirección?)
- Quizzes and Other Identity Theft Schemes to Avoid on Social Media (Sorteos y otras trampas para usurpar la identidad que debes evitar en las redes sociales)
Abre bien los ojos
Aunque existen diferencias entre el fraude de identidad y el robo de identidad, los dos tienen cosas en común: puedes tomar medidas para prevenirlos y también para limitar su impacto si alguna vez te enfrentas a uno de ellos.
Los artículos citados anteriormente te darán los detalles, pero para garantizar la seguridad es fundamental estar atento. Comprueba tus cuentas e informes crediticios con regularidad y mira con lupa todos los datos. Considera la posibilidad de protegerte con un software de seguridad y actúa ante cualquier cosa que parezca extraña o directamente sospechosa denunciándolo a la empresa o institución en cuestión.
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