Ya sea a través de un smartphone, un portátil, una tablet, un wearable o una combinación de todos estos dispositivos, parece que Internet nos sigue dondequiera que vamos. Sin embargo, hay algo más que también nos sigue a todas partes: un cúmulo cada vez mayor de “información de identificación personal” que creamos al realizar operaciones bancarias, comprar o simplemente navegar por Internet. Y no cabe duda de que nuestra información es tremendamente valiosa.
¿Y por qué es tan valiosa? No es exagerado decir que tu información personal es la llave de tu vida digital, además de tu vida financiera y civil. Además de utilizarla para crear cuentas e inicios de sesión, está vinculada a todo, desde tus cuentas bancarias y tarjetas de crédito hasta tu carné de conducir y tu devolución de impuestos.
Ni que decir tiene que es algo que hay que proteger, así que veamos varias formas de hacerlo.
¿Qué es la información personal?
¿Qué es la información personal? Es información sobre ti que otros pueden utilizar para identificarte directa o indirectamente. Ya sea solos o combinados con otros identificadores, como los de dispositivos, aplicaciones, herramientas y protocolos que utilizas, estos datos te identifican.
Un buen ejemplo información personal directa es tu identificación fiscal, porque es exclusiva tuya y está directamente asociada a tu nombre. Otros ejemplos incluyen tu imagen facial para desbloquear el smartphone, tu historial médico, tus cuentas financieras y tu número de teléfono, porque cada uno de estos datos puede vincularse fácilmente a ti.
Luego, están los datos personales indirectos que sirven de ayuda, ya que, si bien no te identifican directamente, sí lo hacen cuando se combinan con otros. Incluyen las direcciones de protocolos de Internet, el ID exclusivo de dispositivo de tu smartphone u otros identificadores, como las etiquetas de identificación por radiofrecuencia.
También habrá parte de tus datos personales en las cuentas que utilizas, como tus ID de Google o Apple, que pueden estar asociados con tu nombre, tu dirección de email y las aplicaciones que tienes. A esto hay que sumar las aplicaciones que usas. Por ejemplo, hay información personal en la aplicación que utilizas para el itinerario de tus paseos y carreras, porque la combinación del identificador único de tu smartphone y el seguimiento por GPS, junto con otra información, permite para identificar quién eres, por no mencionar dónde sueles ir en tus paseos de 5 km. Lo mismo ocurre con las apps de mensajería, que pueden recopilar cómo interactúas con los demás, la frecuencia con la que utilizas la aplicación y tu ubicación, en función de tu dirección IP, la información del GPS o ambas.
En total, hay una nube de información personal que nos sigue mientras nos movemos por Internet. Hay partes de esa nube que nos identifican más directamente que otras. Sin embargo, si se reúne una cantidad suficiente de información personal, se puede crear una instantánea de alta resolución de ti: quién eres, qué haces, cuándo lo haces e incluso dónde lo haces, sobre todo, si estos datos caen en manos de la persona equivocada.
¿Recuerdas a Pig-Pen, el personaje de las divertidas páginas del cómic Carlitos, o Charlie Brown, de Charles Schultz? Es difícil olvidarlo con esa nube de polvo que lo seguía siempre a todas partes. Charlie Brown dijo una vez: “¡Puede que lleve la tierra que pisó Salomón, Nabucodonosor o Gengis Kan!”. Pues eso es lo que nos ocurre a nosotros y a nuestra información personal, con la excepción de que la nube que nos rodea no es el polvo de reyes y conquistadores. Son motas de información que tienen un valor tremendamente alto para delincuentes y demás malhechores, ya sea con fines de robo de identidad o de invasión de la intimidad.
Protege tu información personal para proteger tu identidad y privacidad
Con toda la información personal que creamos y compartimos en Internet, es necesario protegerla. De lo contrario, nuestros datos personales podrían caer en manos de un hacker o de un ladrón de identidades y acabar utilizándose de manera ilícita, provocando serios daños y pérdidas financieras.
Estas son varias recomendaciones para conseguir que lo que es privado siga siéndolo:
1) Utiliza una plataforma de seguridad global que también proteja tu privacidad
El objetivo principal es proteger tus dispositivos con un software de protección online integral. De esta forma, estarás a salvo de los últimos ataques de virus, malware, spyware y ransomware, además de proteger mejor tu privacidad e identidad. Este tipo de software puede proporcionarte una sólida protección de las contraseñas, ya que genera y almacena automáticamente contraseñas complejas para mantener tus credenciales a salvo de hackers y ciberdelincuentes que intenten acceder a tus cuentas de manera ilícita.
Además, el software de seguridad también puede incluir un firewall que bloquee la entrada de tráfico no deseado en tu red doméstica, como es el caso de los atacantes que buscan vulnerabilidades en la red para poder “colarse” en tu ordenador y robar información.
2) Usa una VPN
Las VPN, también conocidas como redes privadas virtuales, ayudan a proteger tu información personal vital y otros datos con cifrado de grado bancario. Una VPN cifra tu conexión a Internet para que tu actividad online sea siempre privada, en cualquier red, incluso en las públicas. Utilizar una red pública sin una VPN puede aumentar tu riesgo de ciberseguridad, ya que otras personas de la red pueden espiar tu navegación y actividad.
Si no sabes nada de las VPN, consulta este artículo sobre las VPN y cómo elegir la adecuada para obtener la mejor protección y privacidad posibles. (Nuestros planes McAfee+ ofrecen una VPN como parte de tu suscripción).
3) No pierdas de vista tu número de la Seguridad Social
En EE. UU., el número de la Seguridad Social es uno de los datos personales más preciados, ya que abre la puerta al empleo, las finanzas y muchas otras áreas. Lo más importante: no lo pierdas de vista. Literalmente. Guarda tu tarjeta en un lugar seguro. Ni en el bolso ni en la cartera.
Algunas empresas y consultorios médicos pueden pedirte el número de seguridad social con fines de facturación y similares. No tienes por qué facilitarlo (aunque en algunos casos podrían negarse a prestarte servicio si no lo haces) y siempre puedes preguntar si aceptan algún dato alternativo. Sin embargo, hay unos cuantos casos en los que este número es imprescindible, como los siguientes:
- Empleo o contratación con una empresa.
- Seguro médico colectivo.
- Operaciones financieras e inmobiliarias.
- Solicitud de tarjetas de crédito, préstamos para un coche, etc.
Ten en cuenta que los hackers suelen hacerse con los NSS cuando la propia organización que posee esa información sufre un ataque o compromiso. Reducir al mínimo la frecuencia con la que facilitas tu NSS ofrece un grado adicional de protección.
4) Protege los archivos
Proteger tus archivos con cifrado es un concepto básico en la seguridad de los datos y la información, y es una forma eficaz de proteger tu información personal. Consiste en transformar datos o información en un código que requiere una clave digital para acceder a él en su formato original, no cifrado. Por ejemplo, McAfee+ incluye el bloqueo de archivos, que es nuestra función de cifrado de archivos que te permite bloquear archivos importantes en almacenes digitales seguros en tu dispositivo.
Además, también puedes eliminar archivos confidenciales con una aplicación como el destructor de archivos de McAfee, que elimina archivos de forma segura para que los ladrones no puedan acceder a ellos. (Dato rápido: al eliminar archivos de la papelera en realidad no se eliminan en el sentido estricto de la palabra. Siguen ahí hasta que se “destruyen” o se sobrescriben de tal forma que no se puedan recuperar).
5) Huye de los “tests” en Internet
¿Qué superhéroe del universo Marvel eres? ¿Realmente importa? Al fin y al cabo, este tipo de cuestionarios y publicaciones en redes sociales consiguen tus datos personales de forma aparentemente lúdica. Aunque no sea el NSS, puedes desvelar otros datos, como tu cumpleaños, el nombre de tu mascota, tu primer coche… cosas que se suelen utilizar para crear contraseñas o como respuestas a las preguntas de seguridad habituales en sitios web bancarios y financieros. ¡La única forma de acertar en este tipo de tests es no hacerlos!
6) Mantente alerta ante los ataques de phishing
Los ataques de phishing ofrecen una forma mucho más directa de apropiarse de tu información personal. Haciéndose pasar por emails de marcas conocidas o de confianza, instituciones financieras, o incluso amigos o familiares, el estafador intentará engañarte para que le proporciones información importante, como tus nombres de usuario, números de cuenta, números de tarjeta de crédito, etc., bajo el pretexto de prestar servicio al cliente.
¿Cómo se detectan estos emails? Bueno, hoy en día es un poco más difícil porque los estafadores son cada vez más sofisticados y pueden hacer que sus emails de phishing parezcan cada vez más legítimos, más aún con las herramientas de IA. Sin embargo, hay varias formas de detectar emails de phishing y páginas web falsas. Además, nuestra protección antifraude de McAfee puede hacerlo por ti.
7) Sé discreto en tu perfil de redes sociales
Para no poner tu información personal en peligro en redes sociales puedes tomar dos medidas. En primer lugar, piensa dos veces lo que compartes en cada publicación o fotografía; podría ser el lugar donde se encuentra el colegio de tu hijo o la matrícula de tu coche. En segundo lugar, configura tu perfil para que sea privado, de manera que solo puedan verlo tus amigos. Las plataformas de redes sociales como Facebook, Instagram y otras te dan la opción de hacer que tu perfil y tus publicaciones solo sean visibles para tus amigos. Elegir este ajuste impide que las demás personas en Internet vean lo que haces, dices y publicas, lo que puede ayudar a proteger tu privacidad y ofrece a los estafadores menos información de la que aprovecharse. Con nuestra función privacidad en redes sociales será aun más fácil. Con solo unos clics, esta función permite ajustar más de 100 opciones de privacidad en tus cuentas de redes sociales con el fin de que sean más privadas.
8) Busca HTTPS cuando navegues
La “S” significa seguro. Siempre que vayas a comprar, realizar operaciones bancarias o compartir cualquier tipo de información personal, comprueba si aparece “https” al principio de la dirección web. Algunos navegadores también indicarán HTTPS mediante un pequeño icono de candado. De lo contrario, en los sitios HTTP sin seguridad expones tu información personal a cualquiera que se tome la molestia de controlar ese sitio para detectar conexiones no seguras.
9) Bloquea tus dispositivos
Al bloquear tus dispositivos, te proteges mucho mejor contra el robo de información y datos personales en caso de que pierdas el dispositivo, te lo roben o incluso lo dejes desatendido durante un breve espacio de tiempo. Utiliza una contraseña, un código PIN, el reconocimiento facial, la huella dactilar, etc. Bloquea tus dispositivos, es importante. En el caso de los smartphones, infórmate sobre cómo puedes localizar tu teléfono o incluso borrarlo a distancia en caso necesario. Apple proporciona a los usuarios de iOS una guía detallada para borrar dispositivos de forma remota y Google también ofrece una guía para los usuarios de Android.
10) Controla tu crédito y tu información personal
El robo de tus datos personales puede dar lugar a que se contraten tarjetas de crédito y otras cuentas a tu nombre. Es más, a veces puede pasar tiempo antes de que te des cuenta, hasta que tu calificación crediticia se resienta o te llame un cobrador. Si compruebas regularmente tu crédito, puedes resolver cualquier problema que surja; normalmente las empresas tienen un proceso claro para impugnar cualquier fraude. En EE. UU. puedes obtener un informe crediticio gratuito a través de la Comisión Federal de Comercio (FTC) y, del mismo modo, en otras naciones, como el Reino Unido, también existen ofertas gratuitas similares.
Plantéate adquirir protección contra robo de identidad. Un buen paquete de protección contra robo de identidad es un buen complemento al control de tu crédito y ofrece una supervisión de la dark web para detectar el uso indebido de tus datos de identificación personal. Con nuestro servicio de protección de identidad, te ayudamos en el desafortunado caso de robo de identidad, con una cobertura de 2 millones de dólares para honorarios de abogados, gastos de viaje, pérdida de salarios y mucho más.