Puede que ahora se esté hablando mucho de la aplicación TikTok, pero hay otra aplicación igual de extendida sobre la que los niños esperan que sus padres no hagan demasiadas preguntas. Y es que saben que pueden usar WhatsApp para hablar en privado con sus amigos, intercambiar contenidos y vídeos, y (con suerte) no despertar muchas sospechas entre los padres.
¿Qué es WhatsApp?
WhatsApp es una aplicación descargable que utiliza la conexión a Internet (Wi-Fi) de su teléfono para enviar mensajes, fotos, vídeos o archivos. También permite a los usuarios hacer videollamadas en tiempo real (como FaceTime en iOS). La gran ventaja: WhatsApp se puede usar conectándose a cualquier red Wi-Fi para que los usuarios no gasten minutos o dinero enviando mensajes de texto. Si viaja al extranjero, el uso de WhatsApp es una forma muy habitual de evitar los desorbitados costes de las llamadas internacionales.
¿Por qué a los niños les encanta WhatsApp?
Es fácil, divertido y gratuito. WhatsApp Messenger permite a los niños enviar mensajes de texto, vídeos, fotos y mensajes de audio, así como hacer videollamadas a sus amigos sin límites ni tarifas por mensajes. Y por ahora no tiene publicidad, lo cual siempre es una ventaja.
Es una aplicación de chat discreta. WhatsApp es una herramienta muy usada para crear chats en grupo (de hasta 256 personas) que no todos los padres se paran a revisar. No es raro que los niños conozcan a alguien en una aplicación como Snapchat o Instagram y se pasen a WhatsApp porque creen que es menos público y está menos supervisado por los padres. Como cualquier otra aplicación, también puede se puede esconder en aplicaciones señuelo o cajas fuertes ocultas para evitar ser detectada.
Es imposible no ver el icono verde brillante de WhatsApp en el móvil de su hijo o en la carpeta de aplicaciones de su ordenador. ©WhatsApp
Tiene funciones muy útiles. WhatsApp tiene una función de difusión que permite a un usuario enviar un mensaje a un grupo de personas que solo pueden responder al remitente. La función de estado permite a los usuarios enviar fotos, vídeos y GIF que desaparecen al poco tiempo, al igual que ocurre en Instagram y Snapchat.
WhatsApp tiene trucos muy divertidos. A los más pequeños les encanta trucar las funciones de WhatsApp para mejorar su experiencia con la aplicación. Los trucos de WhatsApp se encuentran fácilmente en Internet con solo buscar en Google. Estos trucos ayudan a los usuarios a programar mensajes, crear conversaciones falsas, recuperar mensajes borrados, desactivar las marcas de mensajes recibidos y leídos, crear listas de difusión y cambiar el formato para que su cuenta destaque.
Hay una sensación de privacidad/seguridad. WhatsApp incorpora un cifrado de extremo a extremo, lo que significa que cualquier texto, foto o vídeo intercambiado entre los usuarios está cifrado y se supone que es seguro entre las personas que se comunican. WhatsApp se ha diferenciado de otras aplicaciones de chat en este aspecto. Ningún servidor almacena los mensajes después de que se envíen. Ni siquiera WhatsApp puede leer, ver o escuchar los chats, lo que da a los usuarios cierta sensación de privacidad y seguridad. Sin embargo, como se nos recuerda diariamente,WhatsApp, como el resto de aplicaciones, es vulnerable a hackers, estafas y filtraciones.
¿Qué riesgos hay?
Contenido inapropiado y secreto. Como en cualquier aplicación, la mayor preocupación es la forma en que los niños y sus interlocutores usan la aplicación. WhatsApp (como cualquier aplicación de mensajería) permite a cualquiera crear una cuenta. Los niños pueden verse expuestos a contenido inapropiado e intercambiar contenido inapropiado con otros. Y, como con cualquier otra aplicación, los niños tienden a usar siglas o jerga para ocultar lo que consideran peligroso o prohibido.
Desconocidos. Mucha gente usa WhatsApp, también personas con malas intenciones. Los usuarios pueden pensar que los chats de grupo están cerrados a desconocidos, ya que los miembros del grupo necesitan un vínculo digital para unirse. Sin embargo, los miembros del grupo pueden copiar el vínculo del chat y compartirlo con cualquier usuario, que puede hacer clic en él y unirse sin que nadie pueda impedirlo.
Ciberacoso. Los chats grupales son uno de los motivos por los que los niños usan WhatsApp. Pueden llegar a tener grupos de hasta 250 niños. Por lo tanto, si se comparte un rumor o un comentario malintencionado, o estalla un conflicto, las situaciones pueden volverse tensas fácil y rápidamente, e ir más allá del propio grupo de WhatsApp.
Privacidad. Aunque los niños creen que WhatsApp cifra las conversaciones de forma segura, no les protege de que la gente haga capturas de pantalla y las comparta. Las conversaciones y fotos privadas también se pueden descargar. Otra amenaza a la privacidad es la forma en que la propia aplicación registra los datos de sus usuarios, que se puede consultar en la sección Política de privacidad y datos del usuario de sus Condiciones de servicio.
Estafas y malware. WhatsApp no es inmune a las típicas estafas que llegan a todas las aplicaciones sociales. La aplicación propiedad de Facebook ha tenido problemas con ataques de spyware, usuarios con identidades falsas, solicitudes de dinero y oportunidades de trabajo fraudulentas, todo para conseguir que los usuarios entreguen sus datos personales o activos financieros.
Noticias falsas. Como WhatsApp permite a los usuarios hablar en grupos de hasta 250 personas, es fácil que la información se convierta en viral rápidamente, incluso si esa información no es correcta. Hace poco tiempo se originaron noticias falsas en WhatsApp que incitaron al pánico en torno a temas como las conspiraciones a raíz del coronavirus y el asesinato de la mafia en la India en 2018.
Consejos para proteger a su familia
La interfaz de WhatsApp. ©WhatsApp
Descargue y explore la aplicación. WhatsApp es fácil de descargar y de entender (su interfaz se basa en mensajes de texto). Una vez que conozca las funciones básicas, hable sobre los pros y los contras de WhatsApp con su hijo. Pídale a su hijo que le enseñe cómo usa cada una de las funciones de la aplicación.
Estas son algunas de las preguntas que podría plantearle:
¿Qué es lo que más te gusta de WhatsApp?
¿En qué tipo de chats de grupo participas?
¿Qué tipo de contenidos sueles recibir y enviar?
¿Hay alguna persona en tus chats de grupo que no conozcas?
¿Tu ubicación y los ajustes de tu cuenta son todo lo seguros que pueden ser?
¿Has compartido información personal o tu número de teléfono?
¿Ha habido alguna situación que te haya hecho sentir incómodo usando la aplicación?
Oriente a los más pequeños. Si los niños son muy pequeños (el mínimo de edad es de 13 años) o son nuevos en WhatsApp, considere la posibilidad de crear un grupo privado de WhatsApp solo para su familia. Enseñe a sus hijos a crear un perfil seguro, a usar todas las funciones de seguridad, a bloquear a los desconocidos, a denunciar el acoso, y a comunicarse y compartir fotos y vídeos de forma segura. Aproveche ese momento para explicarles las ventajas y los riesgos de la aplicación.
Supervise los dispositivos, el tiempo frente a la pantalla y el comportamiento. Hay muchos aspectos que tener en cuenta cuando los menores usan aplicaciones de mensajería. En primer lugar, para supervisar el contenido, plantéese la posibilidad de usar software de seguridad y aplicaciones con filtros. En segundo lugar, preste atención al tiempo que su hijo pasa frente a la pantalla y a su capacidad para poner límites a la tecnología. En tercer lugar, supervise su comportamiento. Las aplicaciones de mensajería conectan a los niños con el pensamiento de grupo, les muestran contenido de todo tipo y pueden poner en peligro su estabilidad emocional. La supervisión de la tecnología implica prestar especial atención a la salud emocional y física de su hijo, a sus grupos de amigos, a su rendimiento académico y a sus hábitos de sueño.
Priorice la privacidad. Anime a su hijo a usar todos los ajustes de privacidad y a activar la verificación de dos pasos para crear un PIN personalizado que impida filtraciones y ataques. Los ajustes de privacidad permiten a los usuarios elegir entre “Todos”, “Mis contactos” y “Nadie”. Revise la información del perfil y omita cualquier información personal (edad, número de teléfono, otros vínculos de la cuenta, nombre de la escuela o lugar de residencia).
Controle la opción para compartir la ubicación. Cuando se activa esta opción, las imágenes que su hijo comparta en WhatsApp también mostrarán su ubicación exacta cuando se hizo la foto. Tenga esto en cuenta y plantéese desactivar la ubicación.
Evite a los desconocidos y los vínculos que envían. Una vez que una persona ajena al círculo de su hijo tenga su número de teléfono, puede enviarle cualquier contenido directamente a menos que (y hasta que) se le bloquee. Es posible que entre ellos hayan usuarios con identidades falsas, estafadores o acosadores de menores. Hable con su hijo sobre la importancia de chatear únicamente con personas conocidas y de confianza, y de bloquear los mensajes de desconocidos. Estos mensajes pueden tener contenido explícito, malware, spam o estafas de phishing.
¿Es buena idea que su hijo esté en WhatsApp? Mientras únicamente conecte con personas de confianza (y tenga algún tipo de supervisión), WhatsApp es una aplicación social relativamente segura que cuenta con las mismas funciones que la mayoría de aplicaciones. No obstante, cada familia y cada niño es un caso particular, y permitirle a su hijo usar o no la aplicación es una decisión personal. Si su hijo usa la aplicación con su aprobación, una manera de ayudarle a evitar las zonas de riesgo es hablar con él sobre la seguridad de forma habitual y sin tapujos. Su orientación es crucial. ¡Lo conseguirá!