Después de una mala separación, un amante despechado puede elegir canalizar su ira a través del helado, un buen llanto o la humillación pública de su ex. En estos tiempos en los que existen expertos en tecnología, el método más actual de aquellas personas con “ganas de vengarse” se denomina “pornografía vengativa”.
Este es un término general que se utiliza para describir contenido explícito (generalmente una imagen o un video) de un amante anterior compartido en redes sociales, blogs u otros canales web. Afortunadamente, hoy se prevé una pena en prisión y el pago de multas en la mayoría de los estados.
El fenómeno estuvo en alza con el uso de nuestros dispositivos móviles. Si bien nuestros dispositivos facilitan el intercambio entre parejas de imágenes y videos seductores por Internet, lo mismo puede resultar contraproducente cuando la pareja se disuelve.
De hecho, en un estudio realizado en 2017 se halló que 1 de cada 8 usuarios de redes sociales han sido víctimas de “pornografía sin consentimiento”, y las mujeres y adolescentes fueron las más afectadas por la pornografía vengativa.
No es tan sorprendente porque casi un cuarto de adolescentes y un tercio de jóvenes han estado involucrados en algún tipo de sexting al desnudo.
A menudo, las imágenes y los videos se comparten en dispositivos móviles sin pensar en lo que podría suceder si alguien que no sea el destinatario previsto obtiene acceso. Por ejemplo, el remitente puede eliminar las imágenes y los videos que se envían mediante mensaje de texto o que se comparten en las redes sociales, pero no desaparecerán si la persona que recibe la imagen la descarga en su dispositivo. Solo se necesita tomar una rápida captura de pantalla para hacer una imagen mucho más permanente de lo que el remitente esperaba, en especial cuando el amor se disuelve.
En un estudio anterior de McAfee se halló que 1 de cada 10 personas habían recibido amenazadas de sus exparejas acerca de publicación de imágenes riesgosas, y cerca del 60 % de estas amenazas se llevaron a cabo.
Además, hay sitios web que ayudan específicamente a parejas despechadas a exponer imágenes y videos de sus exparejas. Algunos de estos sitios web incluso cobran a las víctimas para que quitar las fotos de ellos mismos (que fueron publicadas sin su consentimiento).
Afortunadamente, esta alarmante crisis llamó la atención de los responsables políticos y del público en general. Cuarenta y seis estados de los EE. UU. tienen leyes que penalizan la pornografía vengativa. Además, se presentó al Congreso un proyecto nacional que establecerá 5 años de prisión y el pago de una multa.
Si bien se hizo un gran avance, siempre se debe tener la máxima precaución al compartir imágenes y videos a través de dispositivos móviles, ya sean privados o no. Nunca se sabe cuándo una imagen inadecuada podría afectar su trabajo, su familia y su reputación personal.
Para asegurarse de que realmente esté protegiendo su información confidencial, puede tomar algunas precauciones para resguardar su reputación de los riesgos que presenta la pornografía vengativa, tanto en línea como fuera de línea:
- Pare y piense antes de compartir.Dé un paso hacia atrás y considere las consecuencias de compartir algo de forma digital. Incluso cuando se elimina, la información compartida en línea o entre dos dipositivos nunca desparece por completo. Hágase esta pregunta: ¿es algo que le gustaría ver expuesto al público, a su empleador o a su abuela? Si la respuesta es no, no comparta.
- Mantenga sus cuentas de redes sociales de forma privada.Implemente un mejor control de las imágenes compartidas al seleccionar quién puede verlas. Los sitios de redes sociales como Instagram y Facebook tienen configuraciones de seguridad que le permiten elegir quiénes ven su contenido. Otras plataformas, como SnapChat, le permiten solo compartir con las personas que elija
- No publique al estar alcoholizado.La toma de decisiones puede verse afectada en ese estado. No quisiera que lo que comparte termine siendo un meme en Instagram o circule en SnapChat al día siguiente. Tome conciencia y controle sus hábitos con el teléfono móvil.
- Utilice las características de seguridad básicas en su dispositivo.Todavía hay muchos usuarios que no bloquean sus teléfonos o tabletas con un código PIN o código de acceso. Estas funciones son de gran ayuda para proteger su privacidad si pierde o le roban el dispositivo.
- Investigue las aplicaciones que elija utilizar.Uno de los mayores problemas de las aplicaciones móviles como SnapChat es que los usuarios no entienden las limitaciones de su privacidad cuando las usan. Investigue una aplicación antes de descargarla y no olvide leer el acuerdo de privacidad.
Recuerde también que, incluso las imágenes que se supone que tienen un tiempo de exposición limitado, pueden volverse permanentes si el destinatario hace captura de pantalla. - Limite los lugares donde almacena las contraseñas.Es posible que otra persona acceda a su cuenta si permite que una aplicación recuerde su contraseña.
Con McAfee® Mobile Security puede proteger las contraseñas de sus aplicaciones de redes sociales para que, si alguna persona obtiene acceso a su dispositivo móvil, no pueda utilizarlo para publicar imágenes no deseadas en línea. También le permite ubicar, bloquear y borrar su dispositivo móvil de forma remota en caso de que se lo roben o lo pierda. - Evite conectarse a Wi-Fi libre y público.Si bien las conexiones públicas a Internet son convenientes, pueden dejarlo a merced de los cibercriminales que utilizan estas conexiones no seguras para obtener acceso a sus datos personales.
Incluso aunque parezca que usted no es parte de un comportamiento móvil riesgoso, puede ser más vulnerable de lo que cree.
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