Aunque no puedes eliminar por completo tu información personal de Internet, sí puedes tomar medidas contundentes para borrarla de los sitios de riesgo. Hay quienes podrían aprovechar tu información en estos sitios, con fines lucrativos o malintencionados.
¿Por qué es tan importante tener bajo control nuestra información personal? Porque tiene un valor de venta real, desde hace ya mucho tiempo. Una buena parte de la actividad empresarial y financiera, la atención sanitaria y la vida en general depende de tus datos personales, por lo que esta información tiene un claro valor económico. No faltan los interesados en hacerse con ella.
La información personal es fundamental para las campañas de marketing y publicidad personalizadas, además de ayudar a los expertos a fijar las primas de los seguros y a los profesionales sanitarios a hacer pronósticos sobre nuestra salud. Las empresas la necesitan para comprobar los antecedentes laborales. Las fuerzas de seguridad la utilizan en las investigaciones de sospechosos. Los bancos y las empresas emisoras de tarjetas de crédito basan en ella sus procesos de aprobación. Los sitios web y las aplicaciones la recopilan para sus propios fines y, en ocasiones, la comparten o venden a terceros.
Y, por supuesto, también es un preciado botín para piratas informáticos, estafadores y ladrones, ya que les permite robar tu identidad, vaciar tus cuentas y llevar a cabo ataques directos.
No cabe duda; tu información personal tiene valor, un gran valor. Y eso debería bastar para que prestes la máxima atención a lo que compartes y dónde lo compartes. Cuando hay tanto en juego, tranquiliza saber que cuentas con formas eficaces de controlar tu información personal. Te demostraremos cómo conseguirlo ahora es mucho más fácil que nunca.
Conoce tu rastro digital.
Para empezar a tomar las riendas de tu información personal, debes descubrir tu rastro digital. Todo el mundo deja huellas. Y la tuya también contiene información sobre ti: datos personales que se almacenan online a través de Internet.
Para empezar, tu rastro digital incluye tus mensajes en foros, tus perfiles en redes sociales, los comentarios que publicas en ellas, así como los de otras personas que te mencionan. Además, incluye información de otras fuentes, por ejemplo, fotos tuyas publicadas en un boletín de noticias online, tu nombre en la clasificación de tu club de fútbol o tu biografía en la página “Sobre nosotros” de tu empresa. Las revisiones que realizas online también son fuentes potenciales. En resumen, esta parte de tu rastro digital crece de dos maneras: con lo que tú dices de ti mismo y con lo que dicen los demás.
Además, tu rastro digital se alimenta de los datos tuyos que posee la Administración; por ejemplo, lo que pagaste por tu casa, quién reside contigo, tu edad, tus hijos, tu historial como conductor, tus estudios, tu ocupación y tus ingresos estimados. Todo depende de dónde vivas y de la normativa sobre datos que exista en ese lugar. Algunas regiones tienen normas de privacidad más estrictas que otras en lo que se refiere a la información en poder de la Administración. Por ejemplo, en EE. UU., California, Virginia, Connecticut, Colorado, Utah, Iowa, Indiana, Tennessee, Oregón, Montana, Texas y Delaware tienen leyes estrictas sobre privacidad de datos. La Unión Europea aplica su conocido Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).
Aparte, los intermediarios de datos online recopilan y venden todo tipo de información sobre ti. Obtienen cientos de puntos de datos de fuentes públicas, por no hablar de las fuentes privadas, como las tarjetas del supermercado en las que se guarda tu historial de compras. Asimismo existen otras fuentes privadas, como los desarrolladores de aplicaciones y los sitios web con políticas de privacidad menos restrictivas en cuanto a compartir y vender información. Estos intermediarios de datos venden tu información personal a cualquiera que esté dispuesto a pagar por ella, incluidos los hackers, estafadores y spammers.
Por último, una porción considerable de tu rastro digital procede de la información almacenada en la web profunda o, lo que es igual, el 95 % del contenido de Internet que no se puede buscar. Sin embargo, probablemente visites esta zona de Internet a diario. Cada vez que atraviesas una barrera de pago o utilizas una contraseña para acceder a contenidos de Internet, estás entrando en la web profunda.
Por ejemplo, cuando entras en tu cuenta bancaria, accedes a tu historial médico a través de tu proveedor de asistencia sanitaria o usas páginas web corporativas durante tu jornada laboral. Incluso ver un programa en streaming puede implicar un viaje a la web profunda. Ninguno de esos tipos de contenidos se puede buscar.
¿Y qué hay ahí, aparte de tu historial de visionado de Netflix? Pues toda la información que constituye la base de tu calificación crediticia, tu historial médico, tu información financiera y toda la información que los sitios web y los anunciantes recopilan sobre ti cuando pasas tiempo en Internet. Todo esto también es la web profunda.
Un subconjunto de la web profunda es la web oscura. En la web oscura tampoco se pueden hacer búsquedas y para acceder, se necesita un navegador especial. Algunos de los sitios y almacenes de datos alojados allí son totalmente legítimos, otros, cuestionables y varios, directamente ilegales. Es posible que parte de tus datos estén ahí también. Y sí, en esta zona hay mercados clandestinos donde los ciberdelincuentes venden información personal.
De hecho, todo el mundo en Internet tiene un rastro digital. Y algunos son más largos que otros.
Tener el control de tu información personal es importante, quizá más de lo que crees.
Entonces, ¿cuál es el problema? Así es como funciona Internet, ¿no?
Es una buena pregunta. Parte de la respuesta depende de lo importante que cada uno considere su intimidad. Sin embargo, objetivamente, mantener un perfil más bajo en Internet ofrece una mejor protección frente a la ciberdelincuencia.
Veamos una investigación publicada por la revista científica Nature, en 2019. Este es un extracto de los autores:
Utilizando nuestro modelo, descubrimos que el 99,98 % de los estadounidenses serían reidentificados correctamente en cualquier conjunto de datos utilizando 15 atributos demográficos. Nuestros resultados sugieren que es improbable que ni siquiera las muestras de conjuntos de datos muy anonimizados cumplan las nuevas normas de anonimización que estipula el RGPD [Reglamento General de Protección de Datos de Europa] y esto pone seriamente en entredicho la viabilidad técnica y jurídica del modelo de desidentificación basado en “publicar y olvidarse”.
En términos prácticos, supongamos que un hacker o un curioso se hace con un gran conjunto de datos públicos o privados. Por ejemplo, datos sanitarios sobre determinadas enfermedades. Aunque esa información se haya “limpiado” para garantizar el anonimato de las personas que aparecen en ella, ese hacker o espía solo necesita 15 datos para identificarte en ese conjunto de información. A partir de ahí, puede identificar cualquier enfermedad relacionada contigo.
En un momento en el que todo tipo de empresas recopilan toda clase de datos, el impacto de este hallazgo de la investigación es evidente. Las filtraciones de datos son una realidad y si alguien se empeña, es relativamente sencillo encontrarte en un conjunto de datos filtrados. Hay disponibles varias herramientas que pueden reunir esos 15 datos que faltan para identificarte. Esto subraya la necesidad de controlar tu información personal.
Borrar tu información en Internet tiene sus ventajas.
Acortar tu rastro digital te ayuda a mejorar tu vida diaria de varias maneras. Puede:
Reducir el número de mensajes de texto, correos electrónicos y llamadas sospechosas que recibes. Si un hacker, estafador o spammer no puede localizar tu información de contacto, no podrá llegar a ti a través de tus ordenadores y teléfonos. Eliminar la información de los sitios de intermediarios de datos, las cuentas obsoletas que ya no utilizas e incluso las redes sociales puede contribuir a que sea más difícil que se pongan en contacto contigo.
Reducir el riesgo de delitos relacionados con la identidad, como el robo, el fraude y el acoso. Los ciberdelincuentes usan nuestra información personal contra nosotros. La utilizan para pedir préstamos a nombre de otras personas, presentar reclamaciones de seguros falsas y, en casos más extremos, se hacen pasar por otras personas con fines laborales o delictivos. Si compartes menos información en Internet, ellos tendrán menos información con la que trabajar, y les será más difícil lanzar sus ataques. Tan difícil que tal vez dirijan su atención a otro objetivo más fácil que tenga muchos más datos en Internet.
Mantener alejados a los curiosos cuando uses Internet para tus gestiones. El seguimiento y la supervisión van ligados al uso de Internet. Los sitios web y las empresas lo hacen con fines de rendimiento y marketing. Los hackers y los ciberdelincuentes directamente para robar. Tomar medidas para enmascarar y ocultar tus actividades en Internet te ayuda a garantizar tu privacidad y tu seguridad.
Controlar lo que los demás saben o no saben de ti. En términos más generales, mejorar la privacidad te permite compartir tu información. A ti y a nadie más. La realidad es que muchas empresas comparten información con otras empresas. Y algunos de esos terceros pueden tener políticas de privacidad y seguridad de los datos más laxas. Es más, es probable que no tengas ni idea de quiénes son esos terceros. Una mayor privacidad te ayuda a tener mucho más control sobre dónde va y dónde no va tu información.
Cinco formas de borrar tu información de Internet.
Estas medidas te pueden ayudar:
1. Borra las aplicaciones antiguas. Y sé exigente con los permisos que estableces en tus teléfonos. Si limitas las aplicaciones, habrá menos vías de recopilación potencial de datos. Si tienes aplicaciones antiguas que no utilizas, considera la posibilidad de eliminarlas, junto con las cuentas y los datos vinculados a ellas.
2. Elimina las cuentas antiguas. Muchos usuarios de Internet pueden tener más de 350 cuentas online, muchas de las cuales quizá ni saben que siguen activas. La función Limpieza de cuentas online de McAfee puede ayudarte a eliminarlas. Esta función realiza análisis mensuales para encontrar tus cuentas online y te muestra su nivel de riesgo. A partir de ahí, puedes decidir cuáles eliminar, protegiendo así tu información personal para evitar filtraciones, y tu privacidad en general.
3. Protege mejor la privacidad de tus cuentas de redes sociales. La nueva función Privacidad en redes sociales de McAfee te ayuda a proteger tu intimidad en las redes sociales, personalizándola según tus preferencias. Esta herramienta se ocupa de lo más difícil, ajustando más de 100 opciones de privacidad en tus cuentas de redes sociales con solo unos clics. De esta forma, garantiza que tu información personal solo sea visible para las personas con las que quieres compartirla. También la mantiene fuera de los motores de búsqueda, donde el público puede verla.
4. Elimina tu información de los sitios de intermediarios de datos que la venden. Limpieza de datos personales de McAfee te ayuda a eliminar tu información personal de muchos de los sitios de intermediarios de datos más peligrosos. Ejecutar esta función con regularidad permite mantener tu nombre y tus datos alejados de estos sitios, incluso si los intermediarios de datos recopilan y publican nueva información. Dependiendo de tu plan, puede enviar solicitudes para eliminar tus datos automáticamente.
5. Toma medidas preventivas. Bastan unos cuantos pasos básicos para mantener tu información fuera de Internet. Una VPN te permite disfrutar del tiempo que pasas en Internet de manera privada y segura, ocultando información como tu dirección IP y otros datos identificativos. Además, evita que hackers y curiosos puedan supervisar tu actividad cuando realizas operaciones bancarias, compras y accedes a otras cuentas. Consulta también nuestro artículo sobre la privacidad en el teléfono. Los teléfonos ofrecen a personas ajenas multitud de formas de recopilar información personal, por lo que, si consigues garantizar la privacidad de tu teléfono, tu vida será más privada.