Un robo de identidad se produce cuando alguien usurpa tu información personal con el propósito de cometer un fraude. Suele conllevar una estafa o engaño, normalmente con fines lucrativos. El robo de identidad ha evolucionado mucho más allá del fraude con tarjetas de crédito y, por desgracia, es un delito en rápido crecimiento que afectará a la mayoría de las personas, directa o indirectamente, en algún momento de su vida.

Cuidado con los antecedentes penales añadidos sin tu conocimiento

Las consecuencias del robo de identidad no se limitan a dañar la reputación crediticia de la víctima. Cuando se descubren los delitos cometidos por el ladrón de identidad, pueden sumarse a los antecedentes judiciales y penales de la víctima, lo que en última instancia podría dar lugar a que se la detenga por error o a que se le deniegue un empleo.

¿Cuáles son los tipos de robos de identidad?

1. Fraude de identidad sintética

Suele ser un requisito previo para cometer otros tipos de fraude, este concretamente consiste en robar el número del documento de identidad de una víctima y asociarlo a un nuevo nombre, fecha de nacimiento y otros datos personales necesarios para básicamente crear una “nueva” persona. Según Experian, el fraude de identidad sintética representa el 80-85 % del total de fraudes de identidad actuales.

2. Fraude de cuenta nueva

Una vez robados los datos personales y la identidad de la víctima, el ladrón suele utilizarlos para obtener productos y servicios aprovechando su buena situación crediticia. Abrir una nueva cuenta de suministros, de teléfono móvil y/o de tarjeta de crédito son formas frecuentes de este tipo de fraude.

3. Fraude de apropiación de cuentas

El fraude de apropiación de cuentas es cada vez más habitual, sobre todo porque el fraude tradicional con tarjetas de crédito ha perdido fuerza debido a la adopción generalizada de las tarjetas con chip EMV. En estos casos, el ladrón inicia sesión en las cuentas de la víctima, a menudo utilizando credenciales robadas, y luego se añade a sí mismo como usuario autorizado. Por ejemplo, el ladrón podría iniciar sesión en tu cuenta de la banca online y solicitar una nueva tarjeta de crédito asociada a tu cuenta corriente. Cuando esto ocurre, la supervisión de crédito tradicional no alerta de esta actividad, ya que técnicamente el ladrón usa una línea de crédito existente (la tuya).

4. Robo de identidad médica

Un asunto cada vez más preocupante es el robo de identidad médica, que ofrece a los ladrones la posibilidad de acceder a medicamentos con receta e incluso a costosos tratamientos médicos utilizando la identidad de otra persona. Cuando prospera, el robo de identidad médica suele generar datos erróneos en el historial médico de la víctima, lo que, a su vez, puede llevar al personal médico a tomar decisiones inadecuadas, con riesgo potencial para la vida del paciente.

5. Robo de identidad empresarial

Utilizar el nombre de una empresa para obtener un crédito o incluso facturar productos y servicios a los clientes de esa empresa representa un gran riesgo, en especial para pequeñas empresas o autónomos. Las empresas de nueva creación a veces necesitan solapar lo empresarial y lo personal, por lo que este tipo de fraude puede afectar a los empresarios emergentes, tanto a nivel personal como profesional. Y lo que es peor, los autores de robos de identidad empresarial suelen ser personas con información privilegiada, como empleados o exempleados, con acceso directo a documentación estratégica, lo que les allana el camino para llevar a cabo sus planes.

¿En qué se diferencia el robo de identidad del fraude financiero?

El término “fraude financiero” incluye las estafas habituales mediante el uso de tarjetas de crédito, cheques y tarjetas de débito. Cuando los delincuentes utilizan tus tarjetas de crédito o débito para hacer una compra, normalmente lo hacen sin asumir tu identidad. Recuperarse de un fraude financiero es comparativamente más fácil que recuperarse de una usurpación de identidad, porque la mayoría de los acreedores no te hacen responsable de los cargos fraudulentos.

¿Qué información personal se suele filtrar en un robo?

El tipo de información sustraída durante una filtración de datos puede variar mucho en función de la información personal que la empresa tenga almacenada y a la que el autor pueda acceder. A veces, los tipos de información robada también dependen del propósito de la filtración, que puede ir desde reivindicar un posicionamiento político a que un hacker simplemente haga ostentación de sus habilidades. Los delincuentes que cometen filtraciones de datos con fines lucrativos suelen buscar información personal, que puede revenderse en la web oscura y que sirve para la suplantación de identidad, y fundamentalmente datos como el nombre completo, la dirección de correo electrónico, la contraseña, el número de documento de identidad, la fecha de nacimiento y el número del carné de conducir, por citar algunos.

¿Cuál es el riesgo de robo de identidad criminal?

El robo de identidad criminal puede crear un sinfín de quebraderos de cabeza a la víctima en el futuro. Aunque es una modalidad de fraude menos habitual, puede ocurrir si un ladrón comete una infracción de tráfico o un delito menor y firma la denuncia con tu nombre. Si esto sucede, te verás obligado a pagar la multa o indemnización. Si un ladrón da tu nombre al ser detenido por un delito, esto podría sumarse a tus antecedentes penales, lo que podría afectar a tu capacidad para conseguir un trabajo o comprar/alquilar una propiedad. Otro caso es cuando el ladrón comete un delito utilizando tu identidad y se emite una orden de arresto contra ti. En lugar de buscar al delincuente, te buscarán a ti: ¡podrías tener una orden de arresto y ni siquiera saberlo!

Cómo protegerte

Si te preocupan algunos de estos delitos, no temas, hay medidas que puedes tomar para estar protegido. Para empezar, es conveniente que sigas estas buenas prácticas:

– Revisa los datos de tu cuenta. Revisar regularmente las transacciones de cuentas corrientes o de crédito online permite detectar actividades o compras sospechosas. Si descubres algo que huele mal, asegúrate de comunicarlo inmediatamente a tu banco o entidad de crédito. Hoy en día, la mayoría de los bancos también tienen una forma de informar de las operaciones sospechosas directamente en tu lista de transacciones.

– Considera la posibilidad de utilizar el servicio de protección de identidad de McAfee®. Un servicio de protección de identidad controla tus cuentas y te alerta de posibles problemas, como filtraciones de datos que revelen información confidencial como tu correo electrónico y tus contraseñas.

– Destruye todos los documentos confidenciales, tanto online como offline. Aunque destruir los extractos bancarios físicos y otros documentos confidenciales puede ayudar a evitar el robo de identidad offline, también es importante “destruir” los archivos confidenciales, como los PDF de las declaraciones de la renta y los extractos bancarios, por si un hacker consiguiera acceder a tu PC. Normalmente, cuando eliminas un archivo, no desaparece por completo, sino que esa parte de tu espacio de almacenamiento se marca como disponible para ser sobrescrita con nuevos datos. Por desgracia, esto significa que un hacker lo suficientemente ingenioso podría reconstruir el archivo, aunque se haya borrado. Afortunadamente, las suites antivirus como McAfee® Total Protection incluyen funciones de destrucción de archivos, que hacen que los archivos eliminados sean irrecuperables, a menudo hasta niveles de eliminación total.

– Cifra los archivos confidenciales de tu PC. Además de destruir los archivos confidenciales que ya no necesitas, es conveniente que uses una herramienta de cifrado de archivos, como la que ofrece McAfee® Total Protection. Si colocas los archivos confidenciales que necesitas conservar en tu zona segura de almacenamiento de archivos, protegida por contraseña, los mantendrás ocultos de ladrones y hackers potenciales.

– Denuncia la pérdida de documentos de identidad. La mayoría de los ladrones de identidad obtienen tus datos robando tu información personal identificable de documentos o tarjetas físicas, como el carné de conducir, la tarjeta sanitaria o el DNI. Si denuncias la desaparición del carné de conducir, tu número quedará registrado y, en caso de que otro conductor sea detenido por las fuerzas del orden y presente tu permiso como propio, podría ser interrogado para aclarar los datos.

– Investiga tus antecedentes. Si crees que alguien puede estar suplantando tu identidad, comprueba tus antecedentes. Puedes hacerlo a través de servicios online o de un investigador privado.

– Solicita un Certificado de Penales online para ver si tienes antecedentes penales que desconoces.