Los ataques de fuerza bruta se han convertido últimamente en un tema habitual de debate. Los avances tecnológicos han dotado a los ciberdelincuentes de herramientas sofisticadas y sistemas de alto rendimiento, elevando drásticamente la frecuencia y complejidad de los ataques de fuerza bruta.

Este artículo del blog proporciona una explicación concisa y accesible sobre los ataques de fuerza bruta, abordando sus variantes, consecuencias y estrategias eficaces de prevención. Estudiemos los mecanismos en los que se basan estos ataques para que personas y empresas puedan reforzar la protección de sus recursos digitales y su nivel ciberseguridad.

Definición de un ataque de fuerza bruta

Los ataques de fuerza bruta son uno de los métodos más antiguos y sencillos utilizados por los hackers para eludir los sistemas de seguridad. Aunque se trata de una técnica antigua, sigue siendo increíblemente eficaz en las circunstancias adecuadas. En términos sencillos, el ciberdelincuente prueba múltiples combinaciones de nombres de usuario y contraseñas hasta dar con la correcta. Parece sencillo, ¿verdad? En realidad no lo es tanto.

Un ataque de fuerza bruta consiste en probar todas las combinaciones posibles de caracteres hasta encontrar la correcta. Sería como intentar abrir una caja fuerte introduciendo todas las combinaciones posibles hasta que se abra. Parece imposible, pero los ordenadores actuales pueden probar no solo millones, sino miles de millones de combinaciones por segundo. Se trata de un proceso automatizado en el que los ciberdelincuentes utilizan software para introducir sistemáticamente combinaciones de nombres de usuario y contraseñas hasta que consiguen acceder a un sistema. Este método no implica ningún truco o técnica de pirateo sofisticada. Se basa únicamente en la potencia de cálculo y el tiempo.

¿Cómo funcionan los ataques de fuerza bruta?

Por regla general, un hacker utiliza un script o un bot para llevar a cabo su ataque. Estas herramientas automatizadas pueden introducir un gran número de combinaciones de nombres de usuario y contraseñas a la velocidad del rayo. Las herramientas prueban cada combinación hasta dar con la correcta. Dependiendo de la complejidad de la contraseña, esta operación puede durar desde unos segundos hasta varios años.

Los ataques de fuerza bruta pueden utilizarse en diferentes tipos de sistemas. Se utilizan sobre todo para vulnerar cuentas protegidas con contraseña, pero también para descifrar claves de cifrado e incluso códigos PIN de dispositivos móviles. La eficacia que tenga el ataque depende en gran medida de la fortaleza de la contraseña o del método de cifrado de la víctima. Por ejemplo, un simple código PIN de 4 dígitos puede descifrarse en unos minutos, mientras que una contraseña compleja formada por letras, números y caracteres especiales puede llevar mucho más tiempo.

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¿Qué consiguen los hackers con los ataques de fuerza bruta?

Si consiguen acceder a una cuenta, los ciberdelincuentes pueden llevar a cabo un robo de identidad, es decir, hacerse pasar por la víctima para acceder a otra información personal o realizar actividades ilegales. El fraude financiero es otro riesgo importante asociado a estos incidentes, ya que los hackers pueden malversar fondos, realizar transacciones no autorizadas o incluso pedir préstamos en nombre de la víctima. Más allá de estas amenazas inmediatas, un ataque de fuerza bruta con éxito puede allanar el camino para instalar malware, facilitar el acceso a los sistemas conectados o filtrar datos sensibles, poniendo seriamente en peligro la seguridad y la privacidad de los usuarios.

¿Es ilegal un ataque de fuerza bruta?

Un ataque de fuerza bruta es ilegal porque implica intentos no autorizados de acceder a sistemas, redes o datos probando sistemáticamente varias combinaciones de contraseñas o claves de cifrado. Tales acciones violan las leyes y reglamentos de ciberseguridad, lo que acarrea graves sanciones, incluidas multas y penas de prisión para los responsables.

Tipos de ataques de fuerza bruta

Cuando hablamos de ataques de fuerza bruta, es importante señalar que existen varios tipos. Cada uno tiene sus matices y puede ser más o menos eficaz según la situación. Estos son algunos tipos comunes de ataques de fuerza bruta:

Ataque simple de fuerza bruta

Es el tipo más sencillo y consiste en probar sistemáticamente todas las combinaciones posibles de caracteres hasta encontrar la correcta. Es como intentar abrir una puerta probando una a una todas las llaves del llavero.

Ataque híbrido de fuerza bruta

Este tipo combina los métodos simples y de diccionario. Por ejemplo, un ciberdelincuente podría utilizar un diccionario, pero añadir números o caracteres especiales a cada palabra. Este enfoque aprovecha patrones comunes, como añadir “123” al final de una contraseña, algo que hacen muchos usuarios.

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Ataque de fuerza bruta inversa

En lugar de dirigirse a una cuenta específica con varios intentos de contraseña, un ataque de fuerza bruta inversa comienza con una contraseña conocida y la prueba en varias cuentas. Esto puede ser eficaz en situaciones en las una filtración deja al descubierto una contraseña de uso común.

Ataques de diccionario

Es habitual confundir los ataques de diccionario con los ataques de fuerza bruta. Ambos están diseñados para descifrar contraseñas, pero difieren significativamente en su enfoque. Un ataque de diccionario utiliza una lista precompilada de contraseñas potenciales, que suelen derivarse de palabras y frases de uso común y de contraseñas filtradas anteriormente. Este método acelera el proceso al examinar rápidamente una lista de posibles candidatos.

En cambio, un ataque de fuerza bruta no se basa en ninguna lista, sino que prueba sistemáticamente todas las combinaciones posibles de caracteres hasta encontrar la correcta. Este método exhaustivo hace que lleve más tiempo, pero también es más completo, ya que acabará descifrando la contraseña, sea cual sea su complejidad, siempre que se disponga del tiempo y la potencia de cálculo suficientes

Las herramientas facilitan los intentos de ataque de fuerza bruta

Los ciberdelincuentes actuales utilizan herramientas sofisticadas para facilitar los intentos de ataque de fuerza bruta, automatizando la tarea de adivinar contraseñas y claves criptográficas. Estas herramientas pueden probar sistemáticamente miles de combinaciones por segundo, lo que aumenta considerablemente la amenaza para la seguridad digital. En consecuencia, para proteger la información confidencial es esencial contar con defensas sólidas y usar contraseñas seguras.

Hydra

Hydra es una herramienta muy versátil utilizada para ataques de fuerza bruta, capaz de atacar varios protocolos simultáneamente. Es compatible con múltiples vectores de ataque, incluidos SSH, FTP y HTTP, lo que la convierte en la opción preferida de los profesionales de la ciberseguridad y los piratas informáticos. Al automatizar la búsqueda de contraseñas, Hydra acelera considerablemente el proceso de intrusión en los sistemas.

John the Ripper

John the Ripper, a menudo conocida simplemente como “John”, es una robusta herramienta de descifrado de contraseñas que se utiliza principalmente para detectar contraseñas UNIX débiles. Está diseñada para ser eficaz y flexible, y admite distintos tipos de hash criptográficos. Su capacidad para realizar ataques de diccionario y ataques de fuerza bruta la hace indispensable en las pruebas de penetración.

Aircrack-ng

Aircrack-ng es un conjunto de herramientas destinadas a evaluar la seguridad de las redes inalámbricas. Se centra en diferentes aspectos de la seguridad Wi-Fi, como la supervisión, los ataques y las pruebas. Sus capacidades de fuerza bruta destacan a la hora de descifrar claves WEP y WPA/WPA2-PSK, lo que permite a los piratas informáticos obtener acceso no autorizado a redes inalámbricas.

GPU

La eficacia de los ataques de fuerza bruta ha crecido exponencialmente con la introducción de potente tecnología de GPU. Las GPU destacan en el procesamiento paralelo, lo que les permite manejar varias operaciones simultáneamente. Esta capacidad reduce significativamente el tiempo necesario para descifrar contraseñas, lo que las convierte en una poderosa herramienta en los ciberataques.

Ejemplos reales

Explicar un ataque de fuerza bruta desde la teoría resulta interesante, pero contemplarlo en acción revela su verdadera dimensión y complejidad. A continuación incluimos algunos ejemplos concretos que ponen de relieve el impacto y la prevalencia de los ataques de fuerza bruta:

Ejemplo 1: la filtración de Myspace

En 2016, Myspace sufrió una filtración de datos masiva en la que los ciberdelincuentes utilizaron técnicas de fuerza bruta para acceder a millones de cuentas de usuario. Utilizaron contraseñas obtenidas en otras filtraciones y las aplicaron sistemáticamente hasta encontrar coincidencias. Esta filtración puso de manifiesto los riesgos para la seguridad que conlleva la reutilización de contraseñas en varios sitios.

Ejemplo 2: sitios web de WordPress

Los sitios web de WordPress son objetivos frecuentes de ataques de fuerza bruta. La amplia adopción de la plataforma la convierte en un objetivo atractivo para los ciberdelincuentes, que se centran en explotar credenciales de administrador débiles o no personalizadas. A menudo emplean herramientas automatizadas para probar miles de combinaciones de contraseñas en rápida sucesión, con la esperanza de obtener acceso no autorizado.

¿Cuánto puede durar un ataque de fuerza bruta?

Un ataque de fuerza bruta puede durar desde unos segundos hasta varios años, dependiendo de varios factores como la complejidad de la contraseña, la potencia de cálculo del ciberdelincuente y las medidas de seguridad existentes. Gracias a los avances tecnológicos y a contraseñas más seguras, los sistemas modernos pueden prolongar considerablemente la duración de estos ataques.

Cómo protegerse

Es esencial entender qué es un ataque de fuerza bruta y sus posibles consecuencias, pero es igual de importante saber cómo protegerse. A continuación incluimos algunas estrategias eficaces para defenderse de los ataques de fuerza bruta:

Contraseñas seguras

La defensa más sencilla y eficaz es utilizar contraseñas seguras y únicas. Una contraseña segura o fuerte suele estar formada por una combinación de letras mayúsculas y minúsculas, números y caracteres especiales. Evita utilizar información que sea fácil de adivinar, como tu nombre o fecha de nacimiento. Te recomendamos que utilices el generador de contraseñas gratuito de McAfee. Esta herramienta puede generar contraseñas seguras y difíciles de descifrar, garantizando una mejor protección de tus cuentas.

Mecanismos de bloqueo de cuentas

Muchos sistemas implementan mecanismos de bloqueo de cuentas, que bloquean temporalmente una cuenta tras un número determinado de intentos fallidos de inicio de sesión. Esto puede ralentizar un ataque de fuerza bruta, reduciendo enormemente sus posibilidades de éxito.

Autenticación de doble factor (2FA)

Activar la autenticación de doble factor añade una capa adicional de seguridad. Aunque un ciberdelincuente consiga adivinar tu contraseña, seguirá necesitando acceder a tu segundo factor de autenticación, como un código enviado por SMS o una app de autenticación.

Supervisión y alertas

Establecer sistemas de supervisión y alerta puede ayudarte a detectar intentos de ataque de fuerza bruta en tiempo real. Por ejemplo, si tu sistema detecta varios intentos fallidos de inicio de sesión desde la misma dirección IP, puede activar una alerta, permitiéndote tomar medidas inmediatas.

Uso de CAPTCHA

El uso de CAPTCHA durante el proceso de inicio de sesión puede frustrar los ataques automatizados de fuerza bruta. Al requerir la intervención del usuario, los CAPTCHA impiden que los bots continúen sus intentos sin obstáculos.

Conclusión

Los ataques de fuerza bruta existen desde hace mucho tiempo y siguen siendo una amenaza importante en el panorama de la ciberseguridad. Entender qué es un ataque de fuerza bruta y las distintas técnicas que utilizan los ciberdelincuentes puede ayudarte a prepararte y protegerte mejor.

Desde el uso de contraseñas seguras y autenticación de doble factor hasta la implementación de mecanismos de bloqueo de cuentas y sistemas de supervisión, hay numerosas estrategias que puedes emplear para defenderte de estos ataques.

Ante la constante evolución de las ciberamenazas, informarse y prevenir es la mejor estrategia de defensa. Así que, mantente alerta y asegúrate de que tus cerraduras digitales son lo más fuertes posible para mantener a raya a estos ciberintrusos.